casartesana@gmail.com

viernes, 22 de enero de 2010

PÏCARA PÏAVA II

Para precautelar el sabio flujo de algunas conclusiones y otras nuevas preguntas, me reservo el derecho de publicarlos hasta nueva fecha.

Hoy es en un día con sol, aquel que calienta hasta la decencia ....

Cuando la Piacava esta sometida al intenso calor del sol, ella se contorsiona, de forma que se la siente via, se retuerce y cambia de dirección, una vez que se enfría y relaja, nuevamente se estira, de todas las fibras que conozco es la única con tan marcado ritmo y cadencia en ese movimiento, digno de plasmarlo en un film de alta velocidad.



Recuerdo que la acera en La Colina, se barría con escoba de carrizo, y para los pisos de cemento una con cerdas oscuras de 60 cm. También hubo en casa una que al pasarla por el parquet se atascaba en la junta. A la escoba la recuerdo siempre de cara al piso, si la tuviere cerca a mi siempre estaba marcada por la basura. No dejaré de mencionar otra más pequeña que sirvió de juguete para alguno de nosotros. Seguro no fue posible aprender nunca su nombre, ahora en la mente no solo la diferencio por su color y textura: marrón - oscuro y duro - áspero.

Jueves y viernes en la zona amazónica de donde procede. Encontramos alguien con las ganas de cortar una rama de la fibra para conocerla mejor, hasta ahora solamente la tuve ya cosechada, pero entender como la palma de unos siete metros, desde la base, para esto fuimos machete en mano!

Y nos volcamos a la palma inundada de hormigas, colgaba de ella una fruta semejante a la tagua con muy símilares características, pero no del mismo tipo y calidad que la de Manabí o Esmeraldas. De allí en menos de 5 minutos habiamos cosechado un tallo entero de la Piacava, con gran sorpresa entender como se otorga de la naturaleza este gran recurso, y entendiendo por que algunas de las hebras son largas y otras no.

Aquello de percibir el aroma a sudor y la humedad en el ambiente, tan cerca el campesino que con su machete había que tener cuidado, al momento de bajar la palma.

Una vez desprendida se expone la siguiente capa, y la siguiente, sucesivamente, como los fractales lo manifiestan.

De este material es muy poco lo que se desperdicia en la elaboración de escobas, la parte de la hebra más cercana al tallo inicial en sus 20 cm o 30 cm, tiene la característica de deformarse mientras está expuesto al calor, de tal manera que se contrae y gira, mientras que puede regresar a su forma inicial al momento de enfriar su temperatura, gracias a su memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario